Cuando Rebeca y Edgar vinieron al estudio a conocernos por primera vez, supimos de inmediato que íbamos a formar un gran equipo. Ese primer contacto es el más importante para nosotras, cuando casi no hace falta hablar para saber que esperan ver reflejado en su reportaje de boda.

Para su sesión postboda eligieron el Castillo de Xàtiva, dividido en el Castell Menor y el Castell Major, desde el castillo bajan las murallas que abrazaban la Xàtiva altomedieval. Nos encontramos ante una de las joyas de la ciudad, desde la cual se observan unas espléndidas panorámicas de la población y su entorno. Decidimos ir a primera hora de la mañana, para evitar aglomeraciones y poder trabajar más tranquilos, y tenemos que decir que fue una de las mejores decisiones.

Reflejado en las fotografías quedan la complicidad y el amor que sienten el uno por el otro, el cual es y será infinito, sin olvidarnos del pequeño Sirius, sin duda el mayor protagonista de esta historia de amor.

Gracias, una vez más, por haber confiado en nosotras, y por habernos puesto las cosas tan fáciles, un abrazo gigante!