Tiempo, distancia…Nada podía separarlos porque estaban hechos el uno para el otro.
Y es que la distancia no es un problema, el problema somos los humanos, que no sabemos amar sin tocar, sin ver o sin escuchar. Y el amor se siente con el corazón, no con el cuerpo.

Muchas gracias Erika y Diego por confiar en nosotras para formar parte de vuestra historia de amor contada frame a frame.